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>Cosas de Villel de Mesa, recopiladas y comentadas por Manuel Zafra Aragón (1614, se publica la segunda parte, apócrifa, del Quijote, escrita por un villelero: Pedro Liñán de Riaza)

17 Abr

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                                                                     AÑO 1614  


El manuscrito de la primera parte de la novela cumbre de Miguel de Cervantes, y de la literatura española, “El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha” circulaba en los ambientes culturales de Madrid antes de 1604. Sin embargo fue este año en el que salió a la luz en formato impreso.
Con algunas críticas adversas, capitaneadas por fray Félix Lope de Vega y Carpio (“el Fénix de los Ingenios”) y un grupo de sus amigos, que se sentían ofendidos en su texto, el libro empezó a ser muy celebrado y el éxito editorial se hizo patente. Se percibía que trascendería y que se convertiría en un hito de nuestras letras.
Tan importante fue el impacto del libro que dio lugar a la edición, un decenio después, de una segunda parte, apócrifa, escrita, según reza en su portada, por un tal Alonso Fernández de Avellaneda, de Tordesillas (Valladolid), que la redactó, aprovechando el éxito de la primera parte del Quijote, justificándose del uso de la obra ajena en la costumbre, entonces existente, en relación con los libros de caballerías. Los críticos literarios han venido diciendo que es de gran calidad y que se pude considerar que, detrás del auténtico Quijote, es una de las principales novelas del Siglo de Oro español.
Esta segunda parte, en la que se desprestigia a Cervantes tuvo la siguiente portada:
El creador del Quijote conoció la continuación apócrifa cuando estaba redactando la segunda parte, que publicó en 1615 y que está muy influida por las aventuras descritas por “Avellaneda”. Cervantes ataca duramente al imitador. Tuvo la siguiente portada: 
Los rasgos más característicos del Quijote de Avellaneda son:

  1. Humor muy en línea con el de Cervantes
  2. Ironía
  3. Actitud misógina
Inicialmente no produjo impacto y pasó más de un siglo hasta que, en 1732, volviera a ser editado.
Todos están de acuerdo en que el tal Avellaneda nunca existió y en que fue un seudónimo que ocultaba otra identidad. En el último siglo se han hecho públicas varias teorías, casi todas coincidentes en la procedencia aragonesa del autor. Martín de Riquer defendió la posibilidad de que fuese Gerónimo de Pasamonte, compañero de Cervantes en la batalla de Lepanto. Javier Blasco se lo atribuye al dominico Baltasar de Navarrete. Otros pensaron que podría ser el propio Lope de Vega, pero hoy en día la teoría más defendida y fundada es la de que se trata de Pedro Liñán de Riaza, poeta y amigo del “Fénix de los Ingenios”, que aunque murió en 1607, varios años antes de la edición del libro, pudo dejarlo escrito, en manos de amigos que finalmente lo publicaron.

El escritor e investigador Antonio Sánchez Portero, nacido en Calatayud en 1934, en su libro “La identidad de Avellaneda, el autor del otro Quijote” sostiene que era Pedro Liñán de Riaza y que era natural de Calatayud, como él. José Luís Pérez López, defiende también, con argumentos muy sólidos, la identificación de Pedro Liñán, pero añade que Villel, no Calatayud, era su pueblo natal y que de nuestro pueblo tenía muchas vivencias. Según Pérez López en el Quijote de Avellaneda hay referencias a Villel, designándolo como “el lugarcillo”.


En efecto, Pedro Liñán de Riaza era hijo de Roque Liñán, natural de Villel, y descendiente de otro Pedro de Liñán, que, en el siglo XIV, tuvo el castillo de Fuentelsaz. Roque, de joven (hacia 1545), se marchó a Toledo, entonces capital y corte de España, y fue criado del arzobispo Martínez Silíceo. Allí contrajo matrimonio con la toledana Agueda de Riaza, que fue aya de la infanta Isabel Clara Eugenia. Tuvieron, al menos, dos hijos, Roque y Pedro. Este último es el personaje al que nos venimos refiriendo, Pedro Liñán de Riaza, que frecuentemente había dicho que era de Toledo.

En Julio de 1561, Felipe II convirtió Madrid en residencia permanente de los reyes al trasladar la corte desde Toledo, ciudad ésta que, por este motivo, entró en grave recesión económica. El matrimonio Liñán decidió por ello trasladar su residencia a Villel, pueblo de Roque y de sus antepasados, donde tenían algunas propiedades.

Y en nuestro pueblo tuvimos, con unos 10 años de edad, al niño Pedro Liñán de Riaza, que adquiere la cultura y el habla, claramente aragonesas, de los villeleros. De padres cultos, el niño fue instruido en las mejores universidades (Sigüenza, Salamanca y Alcalá) pero pasa la mayor parte de su juventud en Villel y en su comarca, visitando Ateca, Calatayud y Zaragoza, ciudades que demuestra conocer muy bien en diversos pasajes de “su” novela de aventuras de don Quijote.

A través de los libros de bautismos, de matrimonios y de defunciones de la parroquia de Villel hemos podido seguir la vuelta de los Liñán a Villel:

  1. Ya estaban aquí en Agosto de 1562 pues el padre, Roque, figura como padrino en un bautismo.
  2. A finales de 1564 Pedro de Liñán, con unos 12 ó 14 años, es testigo en otro.
  3. En Agosto de 1566, Pedro es padrino y figura como “estudiante”.
  4. Al principio de 1579, Roque Liñán (hijo) y su mujer Ana Fernández, tienen una hija, a la que llamaron Ana, como su madre.
  5. El padre de Pedro, Roque de Liñán, falleció en Villel el 19 de Febrero de 1575.
  6. Pedro sigue figurando en documentos de Villel hasta Junio de 1580, año en el que, probablemente, se marchó definitivamente.
  7. El hermano de Pedro, Roque de Liñán, falleció en Villel el 19 de Diciembre de 1582.

 Pedro se relacionó, en Madrid, con personajes literarios como Cervantes, Espinel, el carmelita Padilla, Figueras, Vivar, Maldonado y Lope de Vega. Escribió poesía y teatro. Se conservan sólo dos libros de él en la Biblioteca Nacional, pero fue muy conocido y aplaudido por los escritores de la época. Hay quien dice que algunas de las comedias de Lope de Vega están realmente escritas por Liñán
Se ordenó clérigo en 1600. Sirvió al duque de Maqueda y al marqués de Elche, que le nombró capellán de Torrijos. Volvió a Madrid en 1605 y murió en 1607 (con unos 60 años de edad), dejando escrita la segunda parte de su Quijote.
Los documentos de bautismos y matrimonios a los que nos referimos son los siguientes: 
Pedro se relacionó, en Madrid, con personajes literarios como Cervantes, Espinel, el carmelita Padilla, Figueras, Vivar, Maldonado y Lope de Vega. Escribió poesía y teatro. Se conservan sólo dos libros de él en la Biblioteca Nacional, pero fue muy conocido y aplaudido por los escritores de la época. Hay quien dice que algunas de las comedias de Lope de Vega están realmente escritas por Liñán


Se ordenó clérigo en 1600. Sirvió al duque de Maqueda y al marqués de Elche, que le nombró capellán de Torrijos. Volvió a Madrid en 1605 y murió en 1607 (con unos 60 años de edad), dejando escrita la segunda parte de su Quijote.

Los documentos de bautismos y matrimonios a los que nos referimos son los siguientes: 

Bautismo de Bartolomé García (31.08.1562):
“Último de Agosto de 1562. Bauticé yo, Andrés Álvaro, cura de Villel, un hijo de Miguel García y María Morisco, su mujer. Fueron sus padrinos de pila Roque de Liñán e Isabel, de Pedro Gil. Pusiéronle por nombre BARTOLOMÉ. Ita est.
Firmado: Andrés Álvaro”

Bautismo de Juan Sebastián (29.11.1564):

“En veinte y nueve días del mes de Noviembre de mil quinientos y sesenta y cuatro años, bauticé yo, Juan Álvaro, un hijo de Bartolomé Sebastián y su mujer, Juana. Fueron sus padrinos de pila Antón de Medina, mozo, e Isabel, de Pedro Gil. Fueron testigos Juan Sancho, mozo, y Pedro de Liñán. Pusiéronle por nombre JUAN. Ita est.
Firmado: Juan Álvaro”

Bautismo de María Martínez Moreno (10.08.1566):

“En diez días del mes de Agosto, año de mil y quinientos y sesenta y seis, bauticé yo, Andrés Álvaro, cura de Villel, una hija de Juan Martínez y María Moreno, su esposa. Ella vecina de Villel y él de Mochales. Pusiéronle por nombre MARÍA. Fueron sus padrinos de pila María Poveda y Pedro de Liñán, estudiante. Testigos: Andrés Sebastián y Juan Entrena. Ita est. Firmado: Andrés Álvaro”

Bautismo de Juan Sancho Utrilla (26.06.1571):

“En veinte y seis días del mes de Junio, año de mil y quinientos y setenta y uno, bauticé yo, Antonio de Utrilla, cura teniente de Concha y Anchuela, a JUAN SANCHO, hijo de Juan Sancho de Leonor y de María Utrilla, su mujer. Fueron sus padrinos de pila Juan de Utrilla y María Poveda. Testigos: Pedro de Liñán y Juan Entrena, vecinos de esta villa. Et ita est.
Firmado: Antonio de Utrilla”

Boda de Pedro Martínez y Juana de la Fuente (26.08.1571):

“En veinte y seis días del mes de Agosto, año de mil y quinientos y setenta y uno, desposé yo, Andrés Álvaro, cura de Villel, in facie eclesiae y por palabras de presente, a PEDRO MARTÍNEZ y JUANA DE LA FUENTE, vecinos de Villel. Precedieron las moniciones de derecho a la celebración del matrimonio, en su tiempo y lugar. No se entendió impedimento. Testigos: Juan de Cendejas y Andrés Sebastián, clérigos presbíteros y Roque de Liñán con el resto del pueblo. Ita est. Y por tanto lo firmé de mi nombre. Firmado: Andrés Álvaro”
Al margen: “Veláronse a veinte y siete días de Septiembre.”

Bautizo de Ana de Liñán Riaza (21.01.1579):

“En veinte y un días de Enero, año ut supra (1579), bauticé yo, Antonio de Utrilla, cura teniente de Villel, a ANA, hija de Roque de Liñán y Ana, su mujer. Fueron sus padrinos de pila Juan de Gonzalo Martín y María Poveda. Testigos Juan Raona y Francisco Portero. Et ita est.
Firmado: Antonio de Utrilla”

Bautizo de Catalina de Vitoria Rodríguez (09.06.1580):

“En nueve días del mes de Junio (de 1580) bauticé yo, mosén Marco Molina, clérigo, una hija de Pedro de Vitoria y de Catalina Rodríguez, su mujer. Pusiéronle por nombre CATALINA. Fueron sus padrinos Pedro de Liñán e Inés de Vitoria. Testigos: Juan de Vitoria y Juan Cortés. Y porque es verdad, lo firmé de mi nombre. Ita est.
Firmado: mosén Marco Molina”

Partida de defunción de Roque de Liñán (padre)

En diecinueve días del mes de Febrero (del) año de mil y quinientos y setenta y cinco falleció Roque de Liñán, vecino de esta villa.
Administráronsele, en Molina, estando curándose de su dolencia, los santos sacramentos de la penitencia y eucaristía. Y aquí, en Villel, el de la extrema unción.
No hizo testamento porque perdió el juicio.
Enterrose su cuerpo en la capilla de San Blas, en la tanda que está conjunta a la capilla mayor de esta iglesia, teniendo de dote su sepultura dieciséis reales.
Celebrose un oficio, a su entierro, con cinco clérigos y cantose letanía
Cantósele una novena y al cabo de ella se hizo oficio de nueve días, con siete clérigos y cantose letanía.
Hizose oficio de “cabo de año”, con nueve clérigos, por su alma.
Firmado: Andrés Álvaro  

Partida de defunción de Roque de Liñán (hijo)

En diecinueve días del mes de Diciembre de 1582 falleció Roque de Liñán, vecino de esta villa de Villel.
Administráronse todos los santos sacramentos de la Iglesia.
Testó ante Juan de Gonzalo, escribano, en la manera siguiente:
Que su enterramiento fuese dentro de la iglesia de esta villa, a la entrada de la puerta mayor. Tiene de dote doce reales.
Que a su entierro se hallen cuatro clérigos a los que se dé buena…… y se le canten letanías.
Que se le cante una novena y se lleve pan, vino y cera, como es costumbre y que se le cante letanía.
Que se le diga un oficio de nueve días, con otros cuatro clérigos, y que todo se pague como es costumbre.
Ítem mandó que al cabo de un año se diga y cante otro oficio, con otros cuatro clérigos, y le canten su letanía. Y paguen por todo según dispone la sinodal.
Ítem mandó a Nuestra Señora de la Villa y al Señor San Bartolomé sendas medias libras de aceite. Y a los santuarios lo acostumbrado.
Dejó por sus ejecutores y albaceas a su mujer Ana Fernández, a Bartolomé Sebastián y a Andrés de Utrilla.
Ita est.
Firmado: Juan Entrena Álvaro